Con el fin de desarrollar políticas sociales eficaces orientadas al bienestar y la inclusión social, educativa y laboral de la comunidad universitaria, el Servicio Central de Inclusión y Bienestar Universitario (SCIBU) se encuentra en un proceso de rediseño de su estructura organizativa y programática.
En diálogo con el Prorrectorado de Gestión, Mercedes Pérez, presidenta del SCIBU, contó que en el año 2019 surgió la necesidad de rediseñar el Servicio de acuerdo a las reformulaciones en materia de gestión que la Universidad de la República (Udelar) transita.
En ese marco, apuntó que se busca actualizar el Servicio “según la legislación actual y los derechos de la comunidad universitaria”, además de “acompañar la gestión según los avances tecnológicos y conocimiento". En ese sentido, añadió que la transformación es “parte de un cambio más profundo, cultural y organizacional” que se está desarrollando en la Universidad.
Por esa misma línea, planteó que, antes de comenzar el proceso de cambio, el SCIBU estaba “altamente fragmentado, sin un propósito común y con un paradigma asistencialista”. Por ese motivo, indicó que “se diseñó e implementó una transformación administrativa y cultural”. Esos cambios implican que la comunidad universitaria se transforme “en el principal actor para la búsqueda de su propio bienestar y del colectivo”. En ese marco, la “inclusión y la equidad” deben tener “un papel fundamental a la hora de definir las políticas orientadas al bienestar”.
A modo de explicación, comentó que actualmente el SCIBU nucela tres áreas que funcionaban por separado: la ex-División Universitaria de la Salud, ex-Comedores y Bienestar Universitario. Como esas secciones no se vinculaban entre sí y tenían distintas dinámicas de trabajo, indicó que es necesario generar “espíritu de grupo” con la idea de que “todo pertenece a un único Servicio formado por partes articuladas”.
De acuerdo a ella, “el diseño y ejecución de proyectos o actividades que abarcan a varias áreas mejora la integralidad de las propuestas”. Eso es importante ya que “el objetivo principal del Servicio es la promoción del bienestar de la comunidad universitaria, concepto que requiere una modalidad de trabajo dinámica y flexible”. Además, planteó que la nueva forma de trabajo contribuye a que haya “mayor unanimidad en los procesos de trabajo y de gestión del servicio, a la vez que se genera una imagen externa de mayor organización y unicidad del Servicio”.
Un modelo de “trabajo colaborativo”
En el marco de estos cambios, comentó que en el último tiempo “se han estimulado acciones” como “el diseño de proyectos conjuntos inter áreas”, entre ellas mencionó Salud, Cultura, Deportes, Inclusión y Alimentación. Agregó que se realizan reuniones de dirección, se abordan problemas comunes y se capacita equipos. Sobre ese último punto, apuntó que se promueve que los equipos se capaciten en la Escuela de Gobierno.
Por otra parte, señaló que durante 2022 y 2023 se construyó un plan estratégico, que forma parte de la fase III del rediseño institucional, mediante una metodología participativa. Para construirlo, “se realizaron actividades de consultas, intercambios y búsqueda de acuerdos que permitieron generar propuestas que atendieran las necesidades e intereses de la comunidad universitaria”.
En cuanto a los resultados que esperan obtener, manifestó que piensan avanzar en “el logro de los objetivos planteados en los diferentes documentos del servicio en cuanto a la misión y visión, así como en la implementación del plan estratégico”.
Como conclusión, señaló que se requiere “avanzar en un modelo donde el trabajo colaborativo genere sinergias, optimice la aplicación de los saberes de cada uno y una y su contribución al logro del bienestar de la comunidad universitaria, así como mejorar la calidad de vida y satisfacción en el trabajo de los trabajadores de SCIBU”.